FACTURA SIMPLIFICADA

Factura simplificada: Todo lo que necesitas saber

En conjunto con la factura o factura completa, la factura simplificada es uno de los tipos más comunes que existe. Si tienes dudas acerca de qué es, en este artículo te mostramos toda la información necesaria.

Este tipo de factura es aceptada por la Agencia Tributaria. Sin embargo, para que esto sea posible, deben darse condiciones particulares.

¿Qué es la factura simplificada?

Para que puedas comprender cómo funciona este tipo de factura, es fundamental comenzar por saber qué es.

La factura simplificada es un recibo de pago. Dicho justificante, es usado en compras con usuarios finales o consumidores. Es necesario tener en cuenta que se puede aplicar exclusivamente en moneda nacional.

En otras palabras, no es más que un comprobante de un proceso de comercialización que se otorga a un particular y que, en España, se puede elaborar solo en euros.

Estas facturas surgen como consecuencia de la emisión del Real Decreto 1619/2012. Este último entró en vigencia el 01 de enero de 2013. En esta fecha se determinó que la factura simplificada debía reemplazar al popular ticket. Por ende, tanto el ticket y la factura simplificada son exactamente lo mismo.

Este tipo de factura cuenta con total validez legal. Asimismo, puede usarse para la deducción de gastos.

El objetivo principal de la creación de esta factura es, del mismo modo que el ticket, facilitar la elaboración de facturas.

Es necesario tener presente que su aplicación se encuentra dada a casos concretos. Puedes emitir una factura simplificada en restaurantes, bares o negocios en los que haya comunicación directa con el consumidor final.

Su característica más importante es que no requiere de la inclusión de los datos del quien la recibe. Sin duda, esto permite que su proceso de elaboración sea mucho más sencillo en locales que trabajan directamente con el cliente.

Diferencias entre factura y factura simplificada

Como ya te mencionamos antes, la factura simplificada se trata de un tipo de factura bastante común. Es una factura que no posee la cantidad de datos necesarios para definirse como completa.

Es decir, la factura completa incluye datos de quien la emite y de quien la recibe. Además, se detallan en ella los conceptos que corresponde al IVA de forma desglosada.

Por su parte, en la factura simplificada, solo se anexa la información del emisor. Por otro lado, el IVA se puede incluir o desglosar a preferencia. En relación con este tipo de factura, es importante destacar que anteriormente se le conocía como ticket.

Para la elaboración de ambos modelos de factura es indispensable dejar en conocimiento la fecha y el número de la factura emitida.

Por otra parte, por medio de las facturas simplificadas solo puedes deducir el contenido como gasto en el IRPF.

Esto quiere decir que no puedes hacerlo en los Modelos trimestrales de IVA. Por esta razón, en el supuesto de querer obtener la deducción de cualquier gasto totalmente, la mejor opción es que solicites una fractura.

Nota: Lee nuestro artículo sobre cuando se puede emitir una factura sin IVA.

Requisitos de la factura simplificada

Para que puedas elaborar una factura simplificada es obligatorio incluir una serie de datos correspondientes al emisor. Los datos que debes incluir son:

  •         Número de serie de la factura.
  •         Fecha en la cual se emite la factura.
  •         Denominación social o nombres y apellidos, NIF y dirección fiscal de quien emite la factura.
  •         Identificación del servicio o bien prestado.
  •         IVA incluido.
  •         Importe total facturado.

No es indispensable anexar información adicional, ni dar detalles en relación al servicio o el producto. Tampoco, se debe hacer un desglose de la base imponible y los tipos impositivos.

Como su nombre lo indica, simplemente debes simplificar la información contenida en la factura completa.

¿Puedo contabilizar una factura simplificada?

La respuesta es sí. Tanto si eres una empresa o un consumidor final es posible contabilizar la factura simplificada. No obstante, la diferencia más importante radica en la posibilidad de deducir, que no siempre es viable.

Los documentos que no cuenten con la cantidad de requisitos mínimos, no pueden acreditarse como facturas simplificadas. Es decir, que no cuentan con validez, a pesar de que la empresa avale con otros documentos como albaranes u hojas de pedidos.

No obstante, en el escenario de que seas empresa y necesites contabilizar tu factura simplificada, debes tener presente que para que la Agencia Tributaria admita como deducible el importe se necesita que el documento contenga el NIF o CIF del receptor.

Sin esto, la factura simplificada sería totalmente anónima. Lo cual supone la posibilidad de un fraude a la deducción.

¿Qué aspectos debo tener en cuenta para contabilizar?

Como ya te indicamos antes, si existe la posibilidad de contabilizar una factura simplificada. Realmente, no se trata de un proceso complejo. El método básicamente consiste en seguir los pasos como si se tratara de una factura completa.

Siempre que la factura refiera los gastos verdaderos de la empresa, Hacienda admite y acredita sin problema alguno la inclusión de dicho valor en los libros de registros de contabilidad del negocio.

La factura tiene que destacar el tipo impositivo y el valor total facturado. Sin embargo, no debe tener obligatoriamente información del destinatario. En este caso no hay inconveniente al momento de contabilizar el valor. En cambio, sería diferente si como empresa necesitas deducir el IVA generado de dicha actividad comercial.

Por ello, muchos tickets detallan el valor y el concepto de impuesto en la factura simplificada. No obstante, esto no quiere decir que sean comprobantes válidos para pedir la deducción del IVA. La razón es que su carácter anónimo permite que cualquier individuo sea destinatario de la actividad y no el contribuyente en cuestión.

Si bien es cierto que, en algunas excepciones, Hacienda puede exonerar a empresas específicas para recibir los tickets como método para deducción, en la mayoría de casos es fundamental que se cumpla con los requisitos para que la factura simplificada no sea anónima.

Nota: Lee nuestra guía sobre la factura proforma.

Conclusión

La factura simplificada facilita en gran medida el modo habitual de elaborar una factura. Sin embargo, no siempre es la mejor opción. Si tienes dudas en relación a cómo contabilizar este tipo de factura, debes solicitar la guía de un gestor especialista en el tema.

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