Decidir ser autónomo se dice fácil y en tu mente puede parecer un gran sueño que significa tener la oportunidad de organizar tu tiempo a tu gusto y trabajar para ti. En realidad darte de alta y ser tu propio jefe viene con algunos inconvenientes y muchas responsabilidades que te contaremos aquí.
Los problemas más comunes van desde la falta de clientes, fallas en la organización y, sobre todo y más importante, los asuntos financieros (el dinero). Estos son inconvenientes muy comunes y habituales entre los autónomos ya sean nuevos o tengan tiempo siéndolo.
Además del primer paso que es cumplir con los trámites para darte de alta como autónomo, lograr que tu negocio despegue requiere de financiamiento y accesibilidad económica. Aunque existen programas para ayudarte, por lo general no son suficientes o debes tener un conocimiento extenso sobre el tema para explorar tus opciones y encontrar la que realmente cubra tus necesidades.
A continuación, analizaremos algunos de los inconvenientes y responsabilidades de ser autónomo.
El inconveniente del dinero para un autónomo
Además de lo que representa para tu bolsillo hacer crecer tu negocio desde cero y la dificultad de conseguir financiamiento y clientes, los problemas relacionados con el dinero para los autónomos no acaban ahí. Puedes encontrarte con los siguientes inconvenientes a lo largo de tu experiencia y uno inevitablemente va ligado al otro.
- Los impuestos. Calificar como autónomo no te exonera de pagar impuestos como por ejemplo el IVA, el cual debes cancelar cada tres meses aunque no hayas cobrado las facturas de los trabajos que realizas, la deuda con Hacienda no se detendrá. Además está la cuota de autónomos que debes pagar mensualmente.
- Los morosos. Es inevitable que cualquier tipo de negocio se encuentre con clientes que no pagan. Los morosos son un problema común cuando se es autónomo, ya sea porque tardan en pagarte o porque no lo hacen en absoluto, creando todo tipo de deudas (incluso personales) y retrasando el crecimiento de tu negocio. Cobrar a estos clientes implica consumir tiempo y recursos que podrían emplearse en otros asuntos.
- La falta de liquidez. Cuando hay falta de pasta o liquidez no sólo no puedes pagar tus impuestos ni cuentas pendientes, sino que tampoco puedes pagar a tus empleados (si los tienes), el alquiler, servicios básicos, materiales para tu trabajo, cuotas y otros gastos, ocasionando irremediablemente tu endeudamiento o peor aún el cierre de tu negocio. La dificultad para conseguir nuevos clientes también es una causa de esto.
La responsabilidad de gestionar
Puedes emprender en un negocio que sólo requiera de tu tiempo y experiencia, pero es altamente posible que en algún punto necesites contratar a alguien, ya sea por freelancing o a un equipo o empresa externa que te ayude a gestionar y manejar los aspectos de los que no tienes conocimiento.
Sin embargo esto representa tanto una responsabilidad como un inconveniente pues debes ofrecer cierto tipo de estabilidad a tus trabajadores y tomar en consideración lo costoso de los procesos de contratación, compitiendo con empresas grandes y perdiendo talentos ante ellas.
Existen procedimientos que corresponden al departamento de Recursos Humanos de una empresa y cuando eres autónomo ese papel debe ser interpretado por ti. Gestionar tu negocio también incluye la responsabilidad de la innovación y el desarrollo para estar al día con la tecnología, además de hacerle frente a la competencia y los nuevos procesos, lo cual requiere de mucha inversión (dinero).
La continua renovación también se aplica a los procesos administrativos y de gestión, como los equipos y programas de facturación, capacitación para atención al cliente, administración de la contabilidad (la cual requiere de conocimientos profesionales), asesorías y otras herramientas necesarias.
Debido a esto tratar de crear un negocio muy ambicioso sin experiencia ni capital, es una incursión arriesgada para un autónomo principiante tanto económica como personalmente.
El inconveniente personal
Tan importante como tu crecimiento económico y empresarial es tu crecimiento personal como profesional y autónomo. Al tomar la decisión de serlo estás firmando el compromiso de dedicar el 100% de tu tiempo a tu nuevo negocio, lo que eventualmente puede tener un peso sobre tu vida personal e incluso la salud.
Probablemente el estrés y falta de tiempo derive en aislamiento, problemas personales y sociales. Mientras seas autónomo quizás no puedas disponer del tiempo que normalmente dedicarías a desconectar y descansar siendo un empleado de empresa. Tu dedicación, sudor y lágrimas están reservadas para el desarrollo de tu negocio.
Equilibrar el aspecto profesional con el social puede ser un desafío al principio de tu nueva etapa como autónomo, pero una que con el tiempo puedes dominar.
Los trabajadores por cuenta ajena reciben más beneficios y protecciones que los autónomos, lo que amenaza tu futura pensión, Seguridad Social y prestaciones, pues resultan ser mucho más bajas al final (mínima cotización), sobre todo si estás de baja laboral, en paro o te jubilas. Los beneficios de los autónomos provienen de la cuota que debes pagar por serlo.
El riesgo que corren tu patrimonio y ahorros también es elevado a pesar de que existen normativas y leyes que tratan de proteger al autónomo para que este no lo pierda todo. La inversión que debes realizar quizá no coincida con la cantidad de trabajo y capital que entra a tu negocio por lo que probablemente debas compensar esto con tu patrimonio privado.
Esto crea otro efecto dominó, pues para competir con otros negocios y recibir más ingresos debes ajustarte de maneras que pueden generarte pérdidas como: bajar los precios de tu producto o servicio en la búsqueda de nuevos clientes o reducir el horario de tus empleados, haciendo más difícil cubrir los gastos y cumplir con tus obligaciones.
Los beneficios para autónomos
No todo son malas noticias para los autónomos, pues dependiendo de tu actividad tus responsabilidades y necesidades pueden cambiar. Crear tu propio horario, tener más libertad y no tener un empleador son beneficios muy valiosos y aprovechables.
Ciertos tipos de emprendimientos ni siquiera requieren de personal externo, por lo que puedes ahorrarte tanto el pago de salarios como los costes de contratación. Mientras que simplemente puedes evitar contratar para ahorrarte este gasto. Además, dependiendo de tu actividad económica, puedes tener otros gastos deducibles.
Trabajar por cuenta propia tiene beneficios, sin embargo antes dar el paso ten en consideración los inconvenientes y responsabilidades de ser autónomo que te hemos compartido y toma algunas previsiones.