En The Gestor, te ampliamos detalles de los gastos más comunes, tales como: suministros, manutención, teléfono, seguros, materiales, herramientas, publicidad, gastos financieros, vehículos y combustible, cuotas de autónomos a la seguridad social, asesorías y otros.
Aunque trabajes en oficina (sea esta alquilada o coworking) o si gracias a la pandemia te has visto obligado a trabajar desde casa, hay algunas reglas de juego que debes conocer para poder deducirte correctamente los gastos derivados de tu actividad económica.
Oficina:
Si bien, has tenido que alquilar una oficina para ti solo o compartes espacio en un coworking. Deberás verificar que las facturas que te emiten tengan la información correcta para que te puedas deducir este gasto.
Información obligatoria:
El porcentaje a retener por factura de ingreso va a depender de si eres o no nuevo autónomo, pero a fin de año estás obligado a declarar tus ingresos y de eso dependerá el monto final a pagar a la AEAT.
- Tu nombre y CIF/NIE/DNI
- Dirección fiscal
- Retención del 19% para alquiler de inmuebles urbanos
Vivienda:
Por otro lado, si trabajas desde tu casa, tienes muchos gastos propios como los del arriendo, servicios básicos e internet. Pero ojo, aquí no te puedes deducir el 100% de estos gastos. ¿Por qué? Pues sencillamente, porque para la AEAT utilizas solo un porcentaje de tu vivienda para realizar tu actividad como autónomo. Y de ese porcentaje solo te podrás deducir el 30% de los gastos de la vivienda.
En el siguiente ejemplo, un autónomo ha declarado que utiliza el 25% de su vivienda para ejercer sus actividades. Digamos, que esta persona paga 100€ de luz cada mes, significaría que 25€ los gasta como parte de su trabajo como autónomo. Pero, solo se podrá deducir un 30% de ese valor, es decir un total de 7,5€. ¿Te has liado? Tranquilo, en TheGestor estamos para aclarártelo.
Sabemos que cuando trabajamos en casa, todo se puede volver un poco confuso, especialmente para separar los gastos personales de los profesionales. Analiza tu caso, y mira si vale la pena incluir las facturas de tu casa. Además, verifica que dichas facturas estén a tu nombre y contengan tus datos fiscales. Una vez que lo tengas ¡Pues a ello!